Dile adiós a tu bañera
Si aún no te has decidido a dar el paso te mostramos lo sencillo que es adaptar tu bañera a una ducha. No solo ahorrarás agua, ganarás en confort y en amplitud.
Guía paso a paso
- Tomar medidas, para saber del espacio que necesita nuestro plato de ducha, tanto la altura como la anchura.
- Cortar la llave general del agua.
- Retirar la grifería y desmontar el desagüe.
- En el caso de tener azulejos o revestimiento hay que quitarlo.
- Retirar la bañera, no te olvides de eliminar la silicona o el material de rejuntado existente.
- Adaptar las tuberías a la grifería.
- Cuadrar el desagüe. Comprobar que no haya fugas.
- Colocar el plato de ducha. Antes de poner el adhesivo hay que tener en cuenta que el orificio del plato de ducha quede alineado con la válvula del desagüe y que esté bien nivelado.
- Alicatar. Para ello, es importante proteger el plato para evitar suciedad y algún posible golpe. Primero hay que dar una capa de mortero para colocar los azulejos o el revestimiento deseado. Recomendación: empezar a ras de suelo, en caso de que haya que cortar alguno así resultará más sencillo. Asegúrate de eliminar los restos y de dejarlo secar durante un día. Por último, aplica lechada a los azulejos para asegurarte de que estén bien sellados. Deja secar de nuevo y retira la suciedad.
- Escoge la mampara de ducha que mejor se adapte a tu nuevo plato de ducha y ¡a disfrutar!
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